Nos tenemos por unos tipos hospitalarios, acogedores, si se nos permite. De esos anfitriones encantados de recibir siempre a alguien nuevo en casa y, una vez amigos, encantados también de recibir a toda la familia.
Y eso es lo que nos pasó hace unos meses ya con la familia Casasola. Empezamos por el principio, por la Benedictina y la Silos. Después vinieron la Ness Ness y la Prima Vera, y el cuadro quedó completo. Hoy, toca ampliar el lienzo y hacer hueco a las recién llegadas. Dos delicias que vienen de muy atrás en el tiempo:
– Casasola Triple: una estilo triple de cine (fue presentada en la Seminci, por cierto). Ambarina, de gran cuerpo con triple malta y triple lúpulo. Tradición cien por cien belga, pelín afrutada, muy equilibrada entre dulces y amargos, de refermentación en botella y 9 grados de alcohol.
– Casasola Tartán: una scotch ale de las de antes, de la que solían hacerse a finales del siglo XIX. Dulce, poderosa, muy maltosa y de una densidad exquisita. Elaborada con malta de varios cereales, de segunda fermentación en botella y con una graduación superior al 9%.
Desde hoy mismo, en vivalabirra! Aprovechad para completar el álbum familiar o incluso a empezarlo si todavía no lo habéis hecho. Y es que éste es el mejor momento para hacerlo, ya que todas las especialidades de la cervecera artesanal de Valladolid reciben a las recién llegadas con un nuevo precio.
Los miembros de elclub tuvieron la posibilidad de degustar estas recién llegadas hace unos días en la primera “sesión beermú” de vivalabirra en la terraza del Centro Cívico. Permaneced atentos a próximas convocatorias…
Vamos, que después de esperar uno a ser padre para comer huevo, tendrá que regarlo de vez en cuando con algún buen caldo. Y, que sepáis, que si hay una bebida que maride con el huevo frito, ésa es la cerveza. La única (ya explicaremos porqué)!
