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Vivimos tiempos confusos, días de hop-heads y lúpulo-adictos. El lado más amargo de la cerveza hace tiempo que reclama protagonismo, y a base de enormes recetas, sin duda lo ha conseguido.

Agradezcamos a los yanquis haber resucitado este estilo con sus cítricas versiones, pero demostrémosles a la vez que por aquí hemos tomado buena nota y sabemos lo que nos hacemos.

Desde Asturias traemos dos ejemplos de este estilo, y un tercero nos acaba de llegar de Madrid, haciendo mucho ruido.

– GOMA 2. La IPA de los chicos de Caleya vuelve a visitarnos. Precedida de su primer premio en la feria artesanal La Cibata, la Goma 2 llega cargada de aroma, bien armada con sus 6,2 grados y 42 IBUs. La receta más potente de los de Rioseco se presenta oscura, casi marrón, con una fina capa de espuma blanca y notas dulces por debajo de la presencia del lúpulo. Esa combinación de inicio dulce con trago amargo hace de ella una cerveza bebible, delicada y muy refrescante.

– ENTROPÍA. Desde Gijón, con mayor carga de lúpulo y 65 IBUs, nos llega la IPA de Bayura. Oscura y algo turbia, en nariz entremezcla notas de malta y lúpulo con matices de pino y cítricos, incluso naranja madura. En boca es bien sabrosa y amarga, con una entrada de malta y un final claro del lúpulo. Una cerveza densa, fresca, frutal y cítrica, de equilibrado amargor y largo final.

– LLIPA! Tras su éxito en el IV festival de la cerveza artesanal de Madrid, y gracias al consejo de cerveza rudimentaria y el propio interés de los chicos de LaQuince, aquí tenemos esta imponente american IPA. Una delicia color caoba y espuma beis  muy, pero que muy aromática. Una joya perfectamente equilibrada, con aromas a cítricos y frutas, 6,4 grados y nada menos que 100 IBUs. Os invitamos a esta experiencia fresca, cítrica, amarga y resinosa en la que se combinan unas cuantas técnicas para sacar mayor rendimiento y presencia del lúpulo.

Los miembros de elclub ya pudieron degustar alguna de estas recetas reservando vía web privada, el resto tenéis que andar bien atentos porque no hay demasiadas unidades y estos hop-heads están pero que muy locos!!!!!

Llegan los calores, familia. El sol aprieta y ahoga, el día parece eterno y la noche se acorta… con lo que nos gusta la noche a los cerveceros. Cosas del solsticio de verano, amigos paganos.

Menos mal que para el verano, además de la estúpida canción de turno y las creaciones de los hermanos Beistegui, también llegaron la cervezas, en su estilo más apropiado. Hoy hablamos de las summer ale presentando uno de los principales referentes patrios, la versión de los Brewers Brothers de Marina, allá en Gerona. Las summer ales surgieron todavía más al norte, hace bien poquito, cosa de 15 ó 20 años, en el Reino Unido. El objetivo no era otro que competir en verano con las lagers frías que se consumían a espuertas sin renunciar a su devoción por la Real Ale. El resultado, una pale ale más cítrica que admitía un servicio a temperaturas inferiores a las habituales. Hace unos años, en Blanes, los hermanos elaboraron su receta, y quienes os escriben tuvieron la posibilidad de descubrirla en el festival de Lugones. Una cerveza atractiva, de amarillo pajizo y matiz turbio. Una cerveza refrescante salpicada de notas cítricas, a limón y naranja, con un toque vegetal. Un trago fresco y potente, con recuerdos a cereal y especias y final seco. Una cerveza creada con lúpulos muy cítricos (citra y amarillo), también con notas a uva, cuyo objetivo es aplacar la sed.

Pero no es la Summer Ale de Marina nuestra única propuesta para estos días. También gracias a los chicos implicados en la creación del festival de Lugones pudimos degustar otra nueva creación de cuño artesanal. La EPA de los vizcaínos de Laugar. Seguimos con una pale ale. Muy americana en base pero de carácter bien vasco (aunque os suene lo de EPA a la europea de Domus, hoy hablamos de una Euskadiko pale ale nada menos). Una cerveza dorada pálida plagada de lúpulos americanos, donde predominan notas a cítrico y herbal en un aroma fragante y sugerente. Ligera, refrescante y muy lupulada con una entrada amarga, notas a levadura y un final todavía más amargo y duradero. Menudo descubrimiento!!