Una terracita entre sol y sombra, buena compañía y sobre un tablero de cuadros las blancas avanzan ganando terreno. Hablamos de cervezas de trigo belgas, las witbier o witte…
Ahora que debería empezar a apretar el calor estas cervezas que combinan la cebada con el trigo sin maltear son una opción más que interesante (mucho más que cualquier caldo o refresco, vaya). Es hora de servirnos en la copa esta cerveza fresquita, con su inconfundible toque a naranja amarga y ese picor dulce que le aportan el lúpulo y el cilantro. Este estilo, original de la zona de Bravante, recuperó su señorío de la mano de Pierre Celis en los sesenta, y así ha llegado hasta nuestros días.
En vivalabirra os animamos a descubrirlo y disfrutarlo con dos señoriales ejemplos. De un lado la St. Bernardus Wit, blanca de abadía, de cuerpo firme, que respeta la receta original de Celis (ahora fabricando cervezas en Texas) y de otro La Trappe Witte, única cerveza blanca trapense del mundo, en la que ya notamos influencias de las weissbier alemanas, con notas más cítricas y a levadura.