Mira que somos gente tranquila y pacífica, pero si hay que enfrentar dos cerveceras como estas, ¡bienvenida sea la contienda! (quedan terminantemente prohibidos los golpes a la altura del bañador, que no se olvide). De un lado, The Kernel, fundada en Londres en 2009  especializada en la elaboración de pale ales, IPAs, porter y stout inspiradas en la vieja escuela cervecera tradicional londinense. Del otro, De Molen con sede en la localidad holandesa de Bodegraven, fundada en 2004 por un gran aficionado cervecero y experimentado homebrewer. Presenten armas:

– The Kernel Export India Porter, una porter con un 6,2% basada en una receta de 1855 de la cervecera Barclay Perkins cambiando los lúpulos por Cascade y Columbus. De un negro opaco, con espuma beige cremosa. En la nariz matices de café, notas ahumadas, herbales, flores, frutas tropicales y ligeros matices de pasas y cacao. En la boca es amarga, destacan café y los torrefactos, también se aprecian matices de cacao, hierba y frutas tropicales.

– The Kernel Export Stout London 1890, una stout con un 7,5% basada en una receta de la London Brewery. De un color negro opaco con una buena corona de espuma marrón, cremosa y duradera. En la nariz matices de café, caramelo, azúcar moreno, vainilla y se deja notar la presencia del alcohol. En la boca es ligeramente amarga, con matices de caramelo, vainilla, azúcar y café, se distinguen matices de frutas negras y algo de alcohol.

– The Kernel IPA Citra-Motueka. Cerveza ámbar turbio, buena cabeza de color crema pálido. En boca es suave, con una dulzura cremosa y suave. El lúpulo irrumpe cítrico, que luego se corta con la dulzura floral del Motueka, terminando ligeramente especiada tras un repaso por unas cuantas frutas tropicales.

– The Kernel Pale Ale Centennial-Rakau-Citra.  American pale ale (american pale ale) de aroma terroso y leñoso, con naranja y pomelo como base. Una cerveza suave y viva, seca y llena de sabor, con abundancia de frutas y bayas. El final seco, amargo, con notas a pino y resina.

– De Molen Amerikaans. Bitter de un naranja turbio, con aroma terroso y leñoso, con un poco de naranja y pomelo debajo. Una cerveza suave pero viva, muy llena de sabor, con abundancia de sabores a frutas y bayas. Acaba amarga y delicada, con notas a pino.

– De Molen Pale Ale Citra. Una APA con 57 IBU de amargor, elaborada únicamente con lúpulo Citra, además de maltas Pale y Caramel. Muy aromática, con carácter frutal y floral y ligeros matices de caramelo. En la boca es ligeramente amarga, se aprecian notas de pomelo, hierba, flores, resina, mango, albaricoque y algo de caramelo, con final largo y seco.

– De Molen Hel & Verdoemenis. Stout imperial de diez grados elaborada con maltas Brown tradicionales inglesas. Una  russian imperial stout que ha ganado premios en toda Europa. Es muy fuerte, negra, tostada y compleja. densa y sedosa. Con sabores a chocolate, café, frutos secos, vainilla y final amargo.

Del mítico por bien lupulado condado de Kent sólo llegan cosas buenas, y si viene de los padres del fenómeno kentish ale, imaginad. De la fábrica más longeva del Reino Unido nos llegan dos recetones que amplían la foto de familia que tenemos en vivalabirra. A sus enormes Bishop’s Finger y Spitfire, esta semana sumamos la IPA y su double stout.

La Shepherd Neame IPA ofrece un amargor potente pero bien compensado con generosas cantidades de malta Pale. La cerveza recibe un “triple lupulizado” en la cocción con dos variedades típicas del condado, que le aportan notas afrutadas y especiadas.

La Shepherd Neame Double Stout nace tras descodificar un registro descubierto en sus archivos. El lúpulo, East Kent Golding, sello de la casa. Una cerveza aterciopelada y suave de sabores quemados y secos complementados con notas a café y cacao.

Y desde Pamplona no paran de llegarnos joyas. Esta semana, la Aker. IPA de los chicos de Naparbier de 75 IBUs gracias a la combinación de tres lúpulos. Un néctar anaranjado con notas afrutadas y florales (el Amarillo se nota) y marcada presencia de pomelo y melocotón. Amarga, seca y de final largo.

Vamos a darnos el gustazo de disfrutar esta semana de enormes cervezas. Dicen que las grandes esencias se encierran en los frascos más pequeños, pero con esto de la cerveza, mejor que pase lo contrario. ¡Enormes cervezas en formatos grandotes!

Para empezar, la Sloth de Amager. Estos chicos son los principales causantes del fenómenos de las “micros” en Dinamarca, pioneros que abrieron el camino a To Øl, EvilTwin o Mikkeller. En los noventa desde su sótano fueron creando sus sabrosas cervezas de inspiración americana hasta colocarse a la cabeza de los artesanos. Su Sloth (pereza) es una de las siete recetas de su serie dedicada a los pecados capitales, una cerveza con un único tipo de malta (Pilsener) y un único tipo de lúpulo (Simcoe). El resultado es una APA monovarietal de enorme calidad, ideal para consumir en los momentos más relajados y perezosos del día.

Seguimos con la Animator, la doppelbock de los grandes de Munich Hacker-Pschorr. Una “bicha” de color caoba, marrón intenso y reflejos rojizos. Con un aroma dulce embriagador, con notas a caramelo, frutos secos y alcohólico. Sus ocho grados están presentes en el trago, y su dulzor de inicio, que va dejando paso a un intenso tostado que termina en un agradable regusto amargo a frutos secos.

Y, para terminar, vuelve la TapX 2014 de Schneider Weisse, su porter de trigo. Una cerveza audaz que combina dos estilos de cerveza aparentemente alejados y díscolos (trigo alemán y porter británico). Tras una porosa corona de espuma encontramos un licor color ébano con toques iniciales a café y chocolate. La malta muy tostada aparece en el paladar y aporta un fino amargor a la cerveza, con un final agradablemente seco. El aroma es muy complejo, perfecta expresión de la asociación de estos dos estilos de tanto contraste.