Pues así, si más paños calientes, os ponemos frente a una representación de esa gran familia amarga y torrefacta. Cada una con su personalidad y carácter, parecidas pero a la vez muy distintas.
– Samuel Smith Taddy Porter. La porter de esta mítica fábrica inglesa ya es una vieja conocida para nosotros. Compleja, densa y con gran cuerpo. Los míticos tanques cuadrados de pizarra de la fábrica y sus levaduras especiales de fermentación alta se encargan de añadirle opacidad, carácter y matices lácticos e incluso a licor.
– Anchor Porter. Desde San Francisco la versión americana del estilo porter. Una delicia negra, de espuma marrón, con protagonismo del café y el regaliz, acompañados impecablemente por las notas a alcohol y el aroma y amargor propios del lúpulo.
– La Cibeles Morena. De la mano de una de nuestras fábricas artesanales favoritas recibimos esta porter fina y delicada, de notas dulces balanceadas con un amargor controlado gracias a un lupulizado muy ligero.
– Harviestoun Old Engine Oil. Este “aceite de motor usado” es una versión escocesa de la clásica porter inglesa. Negra y densa como el petróleo (gracias a la avena), y de espuma burbujeante, con aromas a malta tostada y café, notas a nueces y final seco.
– Viven Smoked Porter. Una porter ahumada que nos llega desde Bélgica. Una cerveza donde predomina el aroma a malta ahumada, a ceniza, pan tostado y café. Madera quemada, café, pan y pasas y funden combinando sabores dulzones y amargos con notas herbales del lúpulo en un final licoroso.
– To ol Black Ball. Versión imperial del estilo porter, acompañado de una lupulización bien potente. De esta maravilla creada por dos alumnos del alma mater de Mikkeller , torrefacta, con aroma a regaliz, fruta madura y olivas, poco nuevo vamos a deciros, ¡sólo que hemos conseguido una caja más!
– Mikkeller Koppi IPA. Tenéis razón, esto no es porter. Ni tan siquiera se le parece. Pero no queremos que dejéis de probar esta IPA con base de grano tostado de café Guji natural. Una cerveza lupulizada con aroma a frutas, café y notas de chocolate.
Qué decir del evento que nos espera la noche del 4 de diciembre, cómo transmitiros las sensaciones que pretendemos crear con los amigos de El Boca a Boca armonizando y contrastando dulces con cervezas, imposible. Sólo un paso más en el camino emprendido para ir aprendiendo a llevar buena cerveza a una buena mesa.
