Muchas cosas acaban de llegarnos en su contenedor refrigerado de Estados Unidos, y no esperamos ni dos días a descubrirlas. Como no todo es lúpulo y west-coast en esta vida (aunque lo parezca), vamos a dar un paseo que acabará llevándonos hasta Holanda… y es que De Molen bien se merece un pequeño desvío en el camino de vuelta a casa!
– Desde la Portland de Maine, no la de Oregon, dos recetas de Rising Tide. Ishmael, en homenaje al narrador de Moby Dick, es una versión de las altbier de Düsseldorf pero con el aderezo de los lúpulos americanos. Equilibrada, maltosa, algo ahumada y de final amargo. Zephyr es su IPA, fresca como la brisa que le da el nombre. Cítricos, manzana, pera y toque a caramelo con el final de una buena mezcla de lúpulos C.
– Al otro lado, desde San Diego, la session IPA monovarietal de Karl Strauss. Mosaiz session ale. Baja en alcohol pero sobrada de lúpulo, aunque sea sólo uno. Cítricos y pomelo en boca y nariz, apoyados en un dry-hopping intenso.
– De Coronado, y desde Coronado, una imperial celebración de aniversario. 19 años cumplen los angelitos, y lo celebran poniendo toda su experiencia en esta doble IPA de 6 lúpulos de la zona.
– Y también de San Diego, para cerrar el trío, la Carrack de Mission. Imperial Red Ale con toque extra de centeno y azúcar moreno para hacer más compleja la base de malta. Por el otro lado, montañas de lúpulo y dry-hopping de Summit y Cascade.
– Cambiamos de costa otra vez, hasta New Hampshire. De allí os traemos un mito: la Really Old Brown Dog Ale de Smuttynose. Una versión americanizada de las brown inglesas, con bastante más cuerpo y mucho más lupulada.
– Y terminamos el viaje en ese desvío que nos lleva a Holanda. Una coffee stout de los amigos de De Molen, Mout & Mocca. Bien negra, todo café, cereales tostados, caramelo y chocolate. El alcohol está bien escondido y el final deja un amargor muy interesante.